martes, 1 de diciembre de 2015

Palabra de abuela

Cuando tenemos un bebé, nos morímos de ganas porque empiece a hablar y saber como será su voz. Pero madre mía..... cuando empiezan NO PARAN. De pronto ese pequeño bebé comienza un dialecto extraño, pero que curiosamente entendemos, hasta que de la noche a la mañana, desearíamos que tuviera un botón de apagado o volumen incorporado, pero no.... Ese pequeño parece que ha guardado todas las preguntas curiosas en su memoria para soltarlas de golpe y porrazo durante una larga etapa.
Van creciendo y los diálogos con ellos cada vez son más escuetos y sus preguntas más comprometedoras. Es entonces cuando más atención debemos prestarles, porque necesitan ser escuchados.





Consejo de Santa-abuela: ¡Escucha a tu hijo! Todo lo demás puede esperar.






Con la rapidez con la que vivís, se os acumulan mil tareas y soléis dejar para el final las verdaderamente importantes. Lo primero en la lista debe ser escuchar a vuestros hijos en lo que os necesiten, porque sus inquietudes van creciendo con ellos y si lográis que cuenten con vuestra opinión siendo niños, cuando sus dudas son si pintar de verde o azul un dibujo, lograréis que en el transcurso de sus vidas, os busquen para desahogarse, para ser aconsejados y escuchados. El diálogo padre e hijo se cultiva desde pequeños, no podéis pretender que un adolescente os busque para charlar si ese momento de diálogo nunca ha existido, porque las mil y una tareas lo ocupaban todo.
En estos tiempos donde todo el mundo quiere hablar y nadie escuchar, debéis ser ese pilar para ellos. Conversar es vital para su futuro y su formación como ser humano.
No esperéis a mañana, ¡os necesitan hoy!

Palabra de abuela.



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