viernes, 25 de marzo de 2016

Mi experiencia porteando. Su corazón junto al mío.

Tengo 3 hijos y a los dos mayores quise portearlos, pero por falta de información o inexperiencia, lo intenté con portabebés inadecuados y sus piernas se ponían moradas y estaban muy incómodos a los pocos minutos. Por suerte, eran niños bastante tranquilos y se entretenían por ratos ellos sólos. En cambio, la pequeña amazona es una bebé de alta demanda y por necesidad, debía encontrar algún método para tenerla pegadita a mí, sin perder autonomía y atender a sus hermanos. Así que me decanté por probar un fular elástico con el que estuve ensayando durante el último período de embarazo. Mi felicidad fue absoluta cuando mi pequeña disfrutaba de estar en el fular y dormía plácidamente, mientras yo me deleitaba por tenerla muy cerquita y brindarle todos los mimos, a la vez que atendía también al libre pensador y al rebelde sin causa. 
Prácticamente no sufrió cólicos, ya que la postura de ranita la aliviaba y sus ojitos curiosos observaban el mundo desde el regazo y protección de mamá. Hasta sus hermanitos la porteaban y se enamoraban aún más de ella.

POSTURA CORRECTA DEL BEBÉ 

Ahora con 9 meses, usamos una mochila ergonómica, la emeibaby, que viene con magia incluida, porque por muy enfadada que esté, es ponerla en la mochila y se transforma en una bebé risueña y feliz.
Los brazos no malcría, el amor no malcría.
Son bebés una etapa muy cortita y llegará el día en que no podré llevarla en brazos, ni ponerla en la mochila para aliviar su llanto. Su felicidad la encontrará en otros intereses del mundo en el que viva, y aunque a mis ojos siempre será mi pequeña, al igual que sus hermanitos, crecerán y disfrutarán de lo que la vida les depare, pero sabrán que mis brazos estarán siempre aquí para ellos y yo atesoraré los momentos en los que el amor nos hizo sólo uno.



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