viernes, 5 de enero de 2018

Queridos Reyes Magos

Este año me he portado todo lo bien que he podido, aunque a veces me he sentido la mala de la peli o una gruñona con mis hijos, pero con buena intención, educarlos no siempre es fácil.


Os pido algunas cosas para facilitarnos el ser padres:

  • Un traductor del idioma padres al de hijos.
Siempre me miran así cuando les hablo.
  • Un silenciador de tonos agudos para nuestra pequeña soprano.
  • Y lo más difícil de todo.. darme una ducha laaaarga sin interrupciones. 
No recuerdo ni como era.

¡¡Gracias!! Traedme lo que podáis aunque con lo último me conformo.


Besos
MAMÁ

jueves, 6 de octubre de 2016

No tengáis hijos.

¡Sí!, tener hijos es dar un salto de fe, porque por mucho que podáis recopilar información al respecto o lo empapados que estéis en la teoría de qué hacer con los cólicos, como quitarles el pañal, o como crear una buena comunicación, cada niño es un mundo.

Antes de tener hijos vivimos a un ritmo totalmente diferente, los horarios se cumplen sin mucho esfuerzo pero luego............ preparar una salida se convierte en una odisea, ser puntual implica una logística y planificación magistral y aún así mejor cruza los dedos por si acaso. Nos hacen creer que los bebés son serenos, tranquilos y sonrientes, pero eso sólo es a ratos, porque la mayoría del tiempo requieren nuestra atención a lagrimones, hay que cambiarlos con mayor o menor dificultad (según el humor del bebé) 10 veces al día y comen a cada dos por tres. La nula conciliación actual no ayuda en absoluto y los padres acabamos haciendo malabares entre trabajo y vida familiar. En estos casos, la comunicación en pareja pasa a ser únicamente un reporte de la situación actual. Es decir, os cruzáis unos minutos antes del "cambio de turno con los niños" e intercambiáis la información importante:

- Ya comió, pero poco. Ha cagado. Ahora le toca la siesta porque antes no quiso dormir. Te quiero, nos vemos




Pero no os preocupéis, que eso es sólo al principio, cuando andan... ¡¡ES AÚN PEOR!! Os sorprenderéis de la cantidad de peligros que acechan el día a día, desde monedas que dejamos en cualquier sitio, puertas vengativas atrapa dedos o esquinas puntiagudas con puntería así que estaréis en constante alerta.



Pero todo lo que parece un peligro inminente cuando son pequeños, va desapareciendo con los años y esos problemas se transforman según la edad. Así que mejor no tengáis hijos porque...

Llegaréis tarde a todos lados.

Redescubrirás el mundo apreciando la lluvia, el caer de las hojas en otoño, la inmensidad del mar...

Perderás la verguenza, porque por verle felíz cualquier lugar se convierte en una pista de baile o un concierto improvisado.

Tu memoria del móvil siempre estará llena de fotos.

Cuando salgas a comprarte algo, volverás con cosas para ellos, pero olvidarás por completo lo que querías para tí.

Despertarás cada mañana sorprendid@ de que ese pequeño ser sea parte de tí.

Quieren arreglar todos los problemas con un abrazo y muchos besos.

Siempre tendrás sueño, pero al mínimo ruidito estarás al 100% para todo.

Pero sobre todo, te enamorarás cada día.


Si no quieres esto, mejor no tengas un hijo y con 2 no se duplica todo lo anterior, se multiplica por 100 por cada hijo. Así que pensarlo antes de aceptar este gran reto que restará tu dinero, sumará momentos inolvidables y multiplicará tu felicidad.


martes, 28 de junio de 2016

8 cosas que me han enseñado mis hijos.



Cuando nos convertimos en padres, lo primero que pensamos es en la cantidad de cosas que podemos enseñar a nuestros hijos, pero jamás nos pasa por la cabeza que al final, seremos nosotros los que más aprenderemos de ellos.

He seleccionado 8 grandes lecciones que me han regalado mis hijos,pero he de confesar que cada día aprendo algo nuevo.

1. A detener el tiempo para saborear los momentos.
Cuando nace el primer hijo, el compás del tiempo lo marca él. Es entonces cuando dejamos de correr por la vida para dedicar tiempo a esos pequeños tesoros como observarle dormir, bostezar, comer, esos momentos sencillos que hacen que se detenga el tiempo.

2. Descubrir el mundo.
Si, descubrir el mundo, porque cuando nos hacemos mayores, restamos importancia a lo que nos rodea, cuando se convierte en cotidiano, dejamos de apreciar un bonito atardecer, la lluvia, el viento... 

3. Olvidar el miedo al ridículo.
Cuando tienes un bebé, automáticamente se te funde el fusible del miedo al que dirán. Algo como bailar en pleno parque y sin música o poner voces raras para hacerlo reír, es que ni te planteas si te miran o no, lo haces y ya está.

4. No siempre hace falta un te quiero.
Los bebés no saben hablar pero son especialistas en demostrar el amor más incondicional, un amor tan grande, que no le hacen falta palabras.

5. Que los enfados deben terminarse en 5 min.

6. No rendirse jamás.
Aunque algo no salga a la primera, hay que seguir intentándolo hasta que lo consigamos.

7. Cualquier momento, puede ser el momento perfecto. 

8. El amor jamás se divide, siempre se multiplica.
Con mi segundo hijo, no me podía imaginar como lo podría amar tanto como a mi primer hijo, pero me enseñaron que sí, porque el amor siempre, siempre se multiplica.

Los hijos aprenden de nosotros, pero las grandes lecciones de vida, nos las brindan ellos.



lunes, 6 de junio de 2016

Padres con hijitis.

Cuando son pequeños y necesitan de papá y mamá, solemos decir con mucha normalidad "es que tiene mamitis/papitis" pero jamás he oído que un padre o madre tenga hijitis y verdaderamente somos muchísimos los que la tenemos.

-Yo soy una madre con hijitis.

Ver crecer a mis hijos compartiendo con ellos nuestro tiempo, pese a que en ocasiones me sacan de quicio poniendo a prueba hasta la última gota de paciencia, es una experiencia de vida que deja huella.

Me dicen que debería buscar más momentos para desconectar y tener mi propio espacio, pero yo decidí tener a mis hijos para ampliar mi espacio personal excepto en el baño, que no me ha quedado otra opción que tener público y para disfrutar el tiempo famileando. 

Hay ocasiones en las que hay que ser un poco más flexibles y disfrutar de las locuras de los pequeños y dejar relucir nuestro niño interior. Ellos sólo serán pequeños por un breve período de tiempo, luego tendrán su propio mundo, sus amistades, sus parejas y ya no les hará tanta ilusión compartir el tiempo con nosotros. 
¡Si!, definitivamente tengo hijitis y espero poder disfrutarlo todo el tiempo posible, porque la vida entre pañales, juguetes que se multiplican por toda la casa y bullicio de correteos por aquí y por allí, termina rápido, pero el valor de los momentos compartidos, dura para toda la vida.

viernes, 20 de mayo de 2016

Padres desesperados.

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Hace mucho tiempo atrás, recuerdo que era una mujer equilibrada y he de confesar que en ocasiones, por más que la busque no la encuentro.

Los hijos son una prueba de vida intensa y llena de momentos en los que tu cuerpo y mente desean fervientemente huir a las Bahamas. Por ello, tener en cuenta estos aspectos, hará que logres mantener a raya tu niña del exorcista interior a la que tus hijos reclaman día si y día también.

Los principales motivos para agotar la paciencia suelen ser 2:


1.Que tengas que repetir 16.354.097.436 veces algo que deben hacer, como sus deberes.



2.Que quieran conseguir algo y comiencen a pedirlo en bucle y sin atender a razones.


Cuando tu paciencia llega al límite, que suele ser cuando llames a tus hijos por su nombre completo o cuando cierres los ojos queriendo desaparecer. Es el límite en el que debes respirar y seguir estos consejos:

  • Tomar distancia emocional. Es decir, si...son tus hijos, pero son NIÑOS. ¿O es que acaso tu no lo has sido? Recuerda como eras, probablemente te reconocerás en tu propio hijo.
  •  Antes de hablar, escucha. Puede que ese caos sea el perfecto escenario para sus historias imaginarias. O quizás esa acción reprobable, tenga algún fundamento a ojos de tu pequeño. Así que explicar de manera sencilla adecuada a su edad que eso no puede ser así, hará que vaya poco a poco entendiéndolo aunque probablemente lo tengas que decir un millón de veces más.
  • Respira. Probablemte si entras en cólera te sentirás fatal y harás mella en la autoestima de tu hijo.


El aprendizaje únicamente se adquiere con ensayo y error. Recuerda que no serán niños toda la vida, déjalos que cometan errores, no será ni la primera ni la última vez, pero cárgate de paciencia, nadie te dijo que fuera fácil ser padres, pero será una gran aventura de vida.

martes, 17 de mayo de 2016

Enseñar a los hijos a identificar y esquivar extraños.


Es primordial hacer entender a los pequeños que los malos no son únicamente reconocibles por su cara de malos, como en las películas Disney, y también que comprendan que no todos los extraños deben ser evitados o son negativos, porque en situación de emergencia, podrían necesitar la ayuda de un extraño.
En primer lugar, hay que explicarles que los malos también se podrían presentar como personas amables y simpáticas, por ello deben estar alerta. Si necesitasen la ayuda de un extraño, lo idóneo es que busquen a adultos en lugares públicos y en este orden de preferencia:
  • Personas con uniforme (policías, bomberos, guardas de seguridad o empleados de tienda)
  • Mujeres.
  • Personas con niños.
  • Gente mayor.
Otro punto importante es que sepan reconocer en su entorno casas de familiares o establecimientos seguros donde buscar ayuda.

Deben saber reconocer las situaciones peligrosas, como por ejemplo:
  • Si le ofrecen un paseo o vuelta en coche.
  • Que le ofrezcan regalos.
  • Que le inciten a desobedecer a sus padres o no pedirles permiso.
  • Que le pidan ayuda para algo (como buscar un perro)
  • Que le digan que guarde un secreto.
  • Que le toquen zonas íntimas o le inciten a tocar a un extraño.
  • Que le hagan sentir incómodo de algún otro modo.
Si alguna situación de estas ocurriese, seguir estos 4 pasos podría salvarlo del peligro:
  1. Decir NO.
  2. Huir del lugar.
  3. Gritar lo más fuerte que pueda.
  4. Buscar a un adulto de confianza para contarle lo ocurrido.
Para evitar el encuentro con extraños deben siempre informar cuando vayan a algún sitio, saber reconocer lugares seguros en su entorno, que intente estar siempre en grupo y sobre todo, que se fíen de su instinto.

Más complicado es controlar la información compartida en las redes sociales. Deben tener claro que:
  • Sus acciones en internet, conllevan consecuencias reales.
  • Que no den información personal de ningún tipo.
  • Que no tengan conversaciones sexuales con nadie.
Por parte de los padres, la comunicación es leal aliada para evitar situaciones peligrosas. Comentad con ellos lo que hacen en las redes sociales y limitad el acceso a sus perfiles.

Espero que estas pautas os sirvan de ayuda.
Fuente: Faros

sábado, 14 de mayo de 2016

Trucos para padres II

Seguimos con más trucos para hacernos el día a día con niños más fácil.


Decorar bebidas como batidos de frutas que no les gusten mucho, con fideos de colores, les animará a tomárselo.




¿Qué os parece esto? Con una sábana, les crearemos su propio rinconcito para relajarse.





Con una caja de DVD, colores y folios cortados por la mitad, tendréis un kit para pintar portátil.





Los muñecos para el agua son geniales para los peques, pero se convierten en un engorro porque se llenan de agua y pueden crear moho. Sellando el orificio con silicona, adiós al problema.





Que los tirantes le van muy largos a tu pequeña, pues con un pasador o pinza de pelo, lograrás que ajuste a la perfección.





Los baberos tan necesarios a la hora de comer, nunca los tenemos a mano cuando los necesitamos. Di adiós al problema pegando un colgador en el respaldo de la trona para tenerlos siempre a mano.




Un churro de piscina se convertirá en un tope para puertas a prueba de niños.




Para los calurosos días de verano, un polo resfrescante de zumo natural en una cubitera y congelamos con el chupete colocado encima.




Espray anti-monstruos. Rellena un bote con difusor de agua y personalízalo para que los más pequeños tengan su arma secreta contra monstruos nocturnos.




Si despegamos las esquinas de los tetrabiks podrán sujetarlo sin derrames.




Para los bebés difíciles de dar medicinas, haz un pequeño orificio en el chupete e introduce el medicamento poco a poco por el interior.




Recortando con un cuter un bote plástico, ayudamos a los pequeños a ganar autonomía para lavarse sólos.




Un organizador de zapatos se puede transformar en un organizador excelente para el coche.





Un parche térmico cortado por la mitad hará que logren colocarse solitos los zapatos correctamente.